Hummus de lentejas

Receta ↓ Ángela Solar

Una delicia nutritiva y reconfortante, el hummus de lentejas es una variante del clásico que no puede faltar en tu mesa.

Lentejas suavemente cocidas, tahini cremoso y un toque de limón se unen para crear una versión única y deliciosa de este tradicional aperitivo.

¿Quién puede resistirse a la tentación de un buen hummus? Si te encanta el hummus tradicional árabe, te sorprenderá la textura y sabor de este hummus con lentejas.

Preparar esta receta es rápido y sencillo, y te permite disfrutar de un plato lleno de sabor y nutrientes en pocos minutos.

Los imprescindibles del hummus de lentejas

Para embarcarte en la aventura de preparar un hummus que te dejará sin palabras, necesitarás unos pocos ingredientes clave. No te preocupes, son fáciles de encontrar y el resultado es espectacular.

• Lentejas – Ya sean de bote o cocidas por ti en casa, asegúrate de que estén tiernas pero firmes para que la textura sea la ideal.
• Tahini – Esa pasta de sésamo que aporta untuosidad y un sabor que te transporta directamente al Mediterráneo. Si no lo has probado antes, es el momento de darle una oportunidad.
• Zumo de limón – Nada como un buen chorro de limón fresco para darle ese toque ácido que balancea los sabores. ¡Es un must!
• Ajo – ¿Eres de los que adoran el ajo? Pues añade un par de dientes, o si prefieres algo más sutil, con uno bastará. Lo importante es que no falte.
• Aceite de oliva – El oro líquido que no puede faltar en ninguna cocina que se precie. Aporta suavidad y realza el resto de los sabores.

Con estos ingredientes, el éxito de tu hummus está más que asegurado. ¡Manos a la obra!

¡Las lentejas son el ingrediente estrella de esta receta! Yo siempre digo que la clave para un hummus de lentejas delicioso está en la cocción de las lentejas. Sigue estos sencillos pasos para obtener la textura perfecta.

1. Enjuaga en un colador bajo el grifo, eliminando cualquier impureza. Recuerda, este paso es crucial para asegurar una textura suave y sin grumos en tu preparación.
2. Coloca en una olla y cúbrelas con agua fría, aproximadamente el doble de su volumen. Esto permitirá una cocción uniforme y adecuada de la comida.
3. Lleva la olla a ebullición a fuego alto y luego reduce el fuego a medio-bajo. ¡Esto evitará que las lentejas se peguen al fondo de la olla!
4. Deja cocer las lentejas durante 20-30 minutos, o hasta que estén tiernas pero no deshechas. Mi truco personal es probar una lenteja a mitad de cocción; si se deshace fácilmente entre los dedos, ¡está lista!
5. Escurre las lentejas y enfríalas bajo el grifo para detener la cocción. Esto ayudará a preservar su color y textura.

Si tienes tiempo extra, recomiendo cocinar un delicioso plato de lentejas con ajo y cebolla para realzar su sabor. Y recuerda, las lentejas cocidas se pueden congelar, así que no dudes en preparar una buena cantidad y tenerlas a mano para tus recetas favoritas.

¡Es hora de transformar nuestros ingredientes en una deliciosa crema de lentejas! Para ello, vamos a triturarlos en una batidora o procesador de alimentos. Si prefieres un textura más gruesa, puedes usar un tenedor o pasapurés. Yo personalmente, me gusta usar mi batidora de mano, ¡es rápido y fácil!

Una vez hayamos triturado los ingredientes, es el momento de ajustar la textura y sabor. Si quieres que tu dip de lentejas quede más suave, puedes añadir un poco de agua. También puedes añadir más sal al gusto, ¡pero no te pases! Recuerda, siempre se puede añadir más, pero quitarlo puede ser complicado.

¡El dip de lentejas es mi favorito para compartir con amigos o una cena casual! Presentado en un bol con aceite de oliva, pimentón dulce y cebollino picado, ¡te encantará! Personalmente, me encanta acompañarlo con pan de pita recién tostado, pero también queda genial con crudités de verduras o patatas fritas caseras.